Las baterías defectuosas causan grandes problemas.

A pesar de que las baterías móviles podrían no ser tu principal preocupación cuando se trata de tu empresa, sí pueden causar problemas para tus empleados, clientes y provocar pérdidas económicas si no se solucionan.

Las baterías no duran para toda la vida y, con el tiempo, pierden la capacidad de mantener una carga completa. ¿La parte difícil? Diferenciar las baterías buenas de las malas. Todas lucen iguales y, por lo tanto, generalmente continúan en tu inventario.

Cuando encontramos baterías defectuosas en una flota y éstas se colocan en dispositivos móviles que se utilizan en tu empresa, pueden causar alguna de las siguientes complicaciones:

• Sobrealmacenamiento de baterías: en un intento por compensar las baterías defectuosas con las que se encuentran tus empleados, inviertes más en baterías. Sin embargo, esto es como colocar una curita sobre un problema mayor, que es que las baterías defectuosas sigan  estando en tu inventario.
• Fallas en medio de un turno: ir y venir para reemplazar una batería que no duró el turno completo implica tiempo de inactividad para el empleado y pérdida de productividad. Además, si un cliente está esperando ser atendido, esto resultará en una mala experiencia de servicio al cliente.
• Envío de dispositivos para su reparación: en la mayoría de los casos, cuando un dispositivo móvil no funciona correctamente, se debe a un problema con la batería. Sin embargo, se tiende a someter a los dispositivos a reparaciones y evaluaciones costosas debido a “fallas” que no son para nada un problema del dispositivo. Las solicitudes de reparación y las llamadas al servicio de atención al cliente acumulan costos y, al final, los dispositivos vuelven a la empresa con el siguiente resultado: no se encontraron problemas.